La ayuda de gente fiel a tí es necesaria aunque muchos de ellxs por el camino te fallan. Ésta vez no fueron ellos, fui yo escapando de mí y darles la oportunidad de que marcháran de mi enemigo que me atormentába, tengo muy adentro ese ser maligno y me habla, me insiste, me susurra diciendo escapa, corre, no vuelvas a ésta, la que llaman vida. No sé si me entenderán tal vez nunca vivieron el poco a poco irse sin que cuenta se dieran aquella gente que amaban. Poco a poco me verán ahogada en mí propia lluvia, la que se derrama de mis ojos color canela. Y seré reconocida por la chica que se dejó llevar como olas por el mar de cantos de sirena, pero no tendré aquella cuerda para no dejárme llevar, Ulises la tomó en mi lugar.