Clases de filo

Al principio al entrar en la clase y presentarse el profesor, tuve la sensación de que iba a ser muy serio, exigente y estricto. Sin embargo según pasaban los días me di cuenta de que tenía una opinión muy equivocada debido a que la clase se hace muy amena e interesante debido a su peculiar y original forma de explicar. La filosofía es una asignatura cuya materia que se imparte puede parecernos difícil porque nunca la habíamos dado anteriormente, y lo desconocido siempre da miedo al principio. Pero las clases se hacen muy divertidas porque el método que utiliza hace despertar la curiosidad en nosotros y al hacernos preguntas sobre determinadas cuestiones hace que reflexionemos y busquemos la solución a lo planteado.

Por ejemplo cuando explicó que hay personas que al nombrarles un determinado número o un día de la semana son capaces de ver un color en su mente, esto me pareció algo muy interesante y que yo no sabía y que sin embargo los cuadros de Kandinsky reflejan muy bien este concepto de la realidad abierta a distintos modos de percepción sensorial. Otra de las cosas interesantes es cuando dimos una parte de psicología tratando de comprender porque surge el déja vu siendo esto un corto circuito, estas dos cosas son ejemplos pero sin embargo quedarían muchos por explicar.

Además de ayudar a comprender la materia también trata de escuchar y responderte cuando tienes algún problema puntual y eso tiene una gran importancia porque forma parte de ser un gran profesor.